Pasos para generar ideas innovadoras

Cuando iniciamos una semana de trabajo nos enfrascamos en la rutina diaria. De continuar con dicho ciclo, podríamos llevar a nuestra organización a serios problemas al igual que a nosotros mismos. Por eso, una idea innovadora refrescaría el ambiente laboral.

Todas las empresas requieren enfocarse en progresar, si no lo hacen caminarán en un terreno problemático en el que será difícil conseguir que tu equipo siga leal y comprometido con tu organización.

Para innovar tienes dos opciones. La primera es mejorar un producto o servicio que ya existe y la segunda es crear algo nuevo para satisfacer una necesidad de forma diferente. La última es más riesgosa y requiere más tiempo, pero las ganancias son mejores porque tienes la oportunidad de cambiar la corriente a tu favor.

Hay que innovar cada día y transformar los procesos en hábitos de innovación. Así sean muy pequeñas las ideas, pueden llegar a ser revolucionarias. Por eso, hay tres formas para mejorar tus destrezas innovadoras:
  1. Define tus objetivos: Un punto clave para la innovación es definir los objetivos para el proyecto que estás llevando a cabo. Define los términos en todas las áreas de trabajo sobre el resultado deseado y los problemas que se necesitan resolver. No obstante, no definas los resultados de forma literal o estrecha, ya que puedes llegar a ser restrictivo. Lo ideal es permitir cierta soltura al inicio del proyecto y luego restringir actuaciones al tener una gama de soluciones posibles.
  2. Comprende el área de innovación: Para ser innovador como Thomas Alva Edison, “estudia  y lee todo lo que puedas sobre el tema”. Comprende tu gama de productos y servicios para poder sumergirte en ella para innovar. Conversar con tus públicos clave o stakeholders y aprende de ellos.
  3. Genera diversidad de soluciones: Tratar de desarrollar tantas soluciones distintas como puedas. Cuantas más soluciones produzcas, mejor oportunidad tendrás de formar algo grande y único. No te detengas en la primera opción que creas buena. Intenta construir y buscar algo mucho mejor e innovador.
Fuente: Apuntesgestion.com

10 estilos de liderazgo en empresas

El liderazgo es la capacidad o cualidad de un individuo de poder orientar o dirigir a las personas o un determinado grupo. Por ello contar un verdadero líder en una organización es una parte vital para el desarrollo y futuro de la misma.

Existen muchos tipos de liderazgos que se dan con mayor frecuencia en las organizaciones. Aquí te brindamos los más populares no solo en la teoría, sino también en la práctica de las empresas en la actualidad:
  1. Liderazgo autocrático: Es una forma extrema de liderazgo transaccional, donde prima el poder absoluto del jefe sobre sus subordinados. Los empleados tienen poca o ninguna oportunidad  de dar sugerencias, incluso si son para el bienestar de la empresa. Lamentablemente este tipo de liderazgo genera resentimiento, ausentismo y rotación de personal. Para ciertas funciones sin calificación podría ser efectivo, porque las ventajas de control superan a las desventajas.
  2. Liderazgo burocrático: Los jefes siguen al pie de la letra la norma o el libro. Aseguran que todo lo que hacen los subordinados este reglamentado. Es efectivo cuando existen serios riesgos de seguridad, como trabajo con material peligroso, o cuando hay manejo de grandes sumas de dinero, como los bancos.
  3. Liderazgo carismático: Es similar al transformacional. Inspiran muchísimo entusiasmo a sus equipos. Transmiten mucha energía cuando lideran un grupo de personas. Lamentablemente, este tipo de liderazgo genera un problema de dependencia y genera un obstáculo de proyección al futuro si es que el líder abandona la empresa. No obstante, el éxito está ligado a un líder carismático.
  4. Liderazgo participativo o democrático: Pese a que el líder toma la decisión final, invita a otros miembros del equipo a contribuir con la toma de decisiones. Ello aumenta la satisfacción por el trabajo y ayuda a desarrollar habilidades en el grupo. Cada empleado se siente dueño de su destino y se esforzará más por una mejor recompensa económica. Este tipo de liderazgo debe adoptarse cuando es esencial el trabajo en equipo y cuando la calidad prima sobre la productividad y velocidad.
  5. Liderazgo Laissez-Faire: La expresión francesa dice “déjalo ser”. El líder deja a su equipo trabajar por su cuenta. Puede ser efectivo si los jefes monitorean las tareas de los empleados y se lo comunican regularmente. Este liderazgo es efectivo cuando los miembros del equipo tienen mucha experiencia e iniciativa propia. Desafortunadamente, solo se puede dar cuando los mandos no ejercen suficiente control.
  6. Liderazgo orientado a personas: Los líderes están orientados en organizar, ser el soporte y desarrollar sus equipos. Hay un estilo participativo para fomentar la colaboración creativa.
  7. Liderazgo natural: Podríamos describir a un líder que no es formalmente reconocido como tal. Cuando cualquier miembro de un equipo lidera para satisfacer las necesidades del grupo, se describe como un liderazgo natural. Es una buena forma de trabajo en un mundo donde los valores son cada vez más importantes. También los líderes naturales podrían perder protagonismo en situaciones de mucha competencia, en desmedro de otros jefes que utilizan otros tipos de liderazgo.
  8. Liderazgo orientado a la tarea: Es el opuesto al liderazgo orientado a personas. Los líderes se focalizan solo en que el trabajo se haya cumplido. Pueden llegar a ser algo autocráticos. Estos jefes son muy buenos para definir el trabajo y los roles necesarios, ordenar estructuras, planificar, organizar y controlar. No obstante, tienen problemas para motivar y retener a sus colaboradores.
  9. Liderazgo transaccional: Este tipo nace con la idea de que los miembros del equipo acuerdan obedecer completamente al líder cuando aceptan la labor o trabajo. La transacción es el pago a cambio del esfuerzo y la aceptación hacia las tareas que les da su líder. El líder tiene derecho a amonestar a quien considere que su trabajo no está como él desea. En resumen, es un tipo de management y no exclusivamente un tipo de liderazgo, porque el objetivo es hacia tareas de corto plazo.
  10. Liderazgo transformacional: Aquí están los verdaderos líderes. Inspiran a sus equipos en forma permanente y le transmiten su entusiasmo al grupo. Asimismo, estos jefes necesitan sentirse apoyados solo por unos cuantos empleados. En la actualidad, muchas organizaciones tienen que funcionar tanto con el liderazgo transformacional y transaccional. Los segundos se aseguran de que la rutina se lleve adelante en forma correcta, mientras que los primeros buscan nuevas iniciativas y agregar valor.
Ante los diferentes estilos de liderazgo que presentamos, ¿con cuál te identificas?

Fuente: Losrecursoshumanos.com

Consejos para mejorar la memoria

El cerebro humano es un órgano de casi un kilo y medio de peso, con un tamaño de una toronja. Posee 100 mil millones de neuronas y forman una red enorme y compleja. Una de ellas puede estar conectada a 100 mil, las cuales procesan y retienen gran cantidad de información. Sin duda, es la herramienta vital más importante del ser humano para toda tarea y labor.

Una de las funciones más importantes del cerebro es la memoria. Codifica, almacena y evoca la información del pasado, como consecuencia del trabajo neuronal. Consta con tres fases: Codificación, almacenaje y recuperación.

El hombre en su vida laboral requiere mucho de su memoria, por lo que requiere mejorarla. Si queremos almacenar por más tiempo, el conferencista motivacional Waldo Freire Reyes  te brinda algunas recomendaciones:
  • Interés: Debes interesarte en el tema y recuerda las razones por las que debes asimilarlo. La experiencia propia dice que si hay sentimientos en juego será más fácil la retención de ideas.
  • Atención: La gran parte de los ‘lapsus’ se deben a la falta de atención. Cuando sea posible, toma apuntes. La ventaja es que sirve para fijar la mente en un asunto y puedes repasarlo más tarde.
  • Comprensión: Si no se entiende el concepto, nos costará más recordarlo. A través de la conprensión se realiza enlaces con las diversas partes del concepto y las unes para formar un todo lógico.
  • Organización: Debes clasificar los conceptos similares, como si fuera una lista de compras para el mercado. Asimismo, procura formar tu información en grupos y bloques. Resultará más fácil un ordenamiento alfabetico o numérico.
  • Repetición verbal: Este punto es vital para cuando aprendes un nuevo idioma. Pronunciar una palabra nos obliga a poner atención en cómo se dice. Cuando recibes una correción por parte de tu profesor, escuchar y repetir varias veces ayudará a que se nos grabe en la memoria. En síntesis, decir en voz alta lo que deseamos ayuda a fortalecer nuestras conexiones neuronales.
  • Visualización: Podrías optar por dibujar, hacer esquemas o formar una imagen mental que ayude a recordar. Al igual que la repetición verbal, la visualización activa las partes del cerebro. Cuando usemos más sentidos, mejor serán recordados.
  • Asociación: Cuando se aprende algo nuevo, hay que asociarlo a algo que ya conocemos. Si vinculamos nuevas ideas con recuerdos almacenados, se nos hará fácil codificar y retener la información. La asociación es una pista como, por ejemplo, recordar el nombre de las personas.
  • Consolidación: Debemos tener paciencia para que se procese la información en tu cerebro. Uno de los mejores métodos es repasar lo que se aprendió. Una excelente forma es explicándoselo a otra persona. Así, ambos agentes se beneficiarán, emisor y receptor. Usted lo grabará en su memoria y la persona lo escuchará con atención. La repetición es la madre de la retención.
Fuente: Gestiopolis.com