"El Qué" vs "El Cómo"

¿No le ha pasado llegar a fin de año con unos resultados maravillosos y una última línea robusta, pero una rotación de personal tres veces mayor que la del año anterior y una tendencia al alza en su cuenta de gasto de mantenimiento de equipos?

En una ocasión, mientras me encontraba atracado en el tráfico y esperaba 45 minutos en medio del absoluto caos para cruzar la Av. Arequipa pensaba sobre este tema y una pregunta vino a mi mente ¿Cuántas cosas pueden salir mal cuándo uno antepone el qué (resultado) sobre el cómo (proceso para lograrlo)? El mejor ejemplo para graficar qué puede salir mal es sencillamente lo que todos los limeños sufrimos y padecemos día a día desde que se decidió “reconstruir”, en paralelo, toda la ciudad.

Para hacerlo más sencillo y didáctico lo mejor es ver ejemplos concretos:

  • El Mejor Postor: En nuestro país se escogen los proveedores, contratistas o implementadores basados en la premisa del “mejor postor” (léase, el más barato). La pregunta es: ¿El más barato para quién? Probablemente las obras estén costando lo que fijaba el presupuesto de la Nación o quizás menos pero, a usted o a mí nos está costando 3 veces más llegar de un sitio a otro en términos de tiempo, de stress, de ansiedad, de ira. Si valoramos solamente el tiempo calcule cuánto deja de producir usted (y por ende cuánto deja de ganar) mientras se encuentra sentado en el autobús, micro, combi o en su auto y súmele además cuánto más está pagando de telefonía celular al mes.
  • Lo Más Barato: En nuestro también país pareciera que en temas de construcción y reparación de vías premiamos al que nos sale más barato y obviamos temas tan importantes como la calidad, la eficiencia y por encima de todo, el tiempo de entrega. No está mal premiar lo barato, lo mal está en sólo enfocarse en ese aspecto. Es tan sencillo como si usted comprase un detergente solamente por el precio sin importarle que dicho detergente huele mal, no quita las manchas y además decolora los tejidos.
En resumen, aprendamos de lo que sucede en nuestro entorno. Lo importante a la hora de gestionar negocios, de dirigir equipos, no está en lograr el resultado a toda costa, está en conseguir esa equidad entre el qué y el cómo.

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