Capacidad vs. Actitud

Entre el llamado ‘Moqueguazo’ y el pasado ‘6 – 0’ de Uruguay-Perú en el 2008, me preguntó si lo que ocurre en nuestro país se debe a un problema de capacidad o a un tema de actitud. En virtud de encontrar una respuesta a esta inquietud busqué en el diccionario el significado de cada una de estas palabras:

Capacidad: Es la propiedad de una cosa de contener otras dentro de ciertos límites. Es además la aptitud, talento, cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo o la característica que inclina a uno de realizar sus actividades de la manera más óptima.

Actitud: Es la postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los movimientos del ánimo, o expresa algo con eficacia. Disposición de ánimo manifestada de algún modo.

Es evidente que en nuestro país no nos falta capacidad. Abunda ésta especialmente cuando se trata de hacer las cosas bien. Tenemos excelentes profesionales en todas las ramas e industrias, tenemos increíbles artesanos, extraordinarios médicos. Tenemos todos los climas, todos los terrenos, toda la riqueza arqueológica. Tenemos una costa abundante en recursos y belleza, una sierra llena de riqueza mineral y cultural y una selva con gran potencial (mucho de éste por descubrir).

¿Es entonces el problema un problema de “actitud”? Aparentemente sí pues en muchas oportunidades los peruanos pareciera que tuviésemos arraigado la estrofa de nuestro himno nacional que reza: “…el peruano oprimido…” Nos sentimos perdedores (lo vemos en el fútbol). Nos mostramos excesivamente críticos pero no aportamos nada para mejorar. Creemos que pisoteando los derechos de los demás vamos a reivindicar o lograr que los propios sean respetados (como en el “Moqueguazo”).

En conclusión, lo que tenemos en nuestro país es toda la capacidad para lograr lo que nos propongamos pero carecemos, en líneas generales, de la mejor actitud.

Para reflexionar:

  • ¿Cuántas veces se ha dado cuenta en su trabajo que usted tiene todo el potencial para asumir nuevos retos pero se abstiene de proponerlo por temor o simplemente porque prefiere “no asumir más trabajo por el mismo salario”?
  • Si todos tuviéramos una mejor disposición, una mejor postura para hacer las cosas, una cuota mayor de interés, probablemente seríamos trabajadores más exitosos y mejor recompensados.
  • Analícese y sea autocrítico: ¿tiene usted la capacidad pero en algunas oportunidades no tiene la mejor actitud?

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