¿Cuáles son sus aspiraciones salariales?

¿Cuánto está pagando el mercado por una posición como la mía? ¿Cuánto debería “pedir” si me preguntan mis aspiraciones salariales? ¿Cuánto valgo para el mercado? Estas preguntas, junto con otras relacionadas al tema remunerativo, son interrogantes que todo profesional se hace. Además son preguntas que en el momento de un proceso de búsqueda de empleo siempre están presentes. Por eso es importante estar preparado para contestar.

Ahora bien, es importante romper algunos paradigmas existentes para tener claridad sobre el tema remunerativo:
  1. Lamentablemente uno no vale más así lo crea y sienta. Uno vale lo que le pagan.
  2. No todas las posiciones tienen las mismas funciones por lo que buscar compararse puede resultar irrelevante.
  3. Si pido poco, pierdo y si pido mucho, también. Recuerde que las compañías tienen presupuestos y bandas salariales. Sobre estas construyen sus estructuras salariales. Tenga la seguridad que no van a salirse de dicha banda.
Lo crucial, para saber cuánto debo pedir es hacer un ejercicio muy sencillo. Identifique cuáles son sus gastos fijos mensuales. Identifique cuáles son sus gastos variables. Tome note de la frecuencia de estos. En resumen, haga un pequeño flujo personal pero hágalo por tramos. El tramo inferior será aquel en el cual usted colocará sus gastos y determinará por ende un nivel de vida de “sobrevivencia”. Sobre este nivel comience a construir los siguientes niveles. Como comprenderá, el cielo es el límite. De esta manera usted construirá su flujo personal y obtendrá diferentes niveles. Tendrá mínimos y máximos y así obtendrá finalmente su aspiración salarial.

Para saber contestar ¿cuánto aspira salarialmente?:
  • Tenga presente su mínimo. Este varía de persona en persona. No todos los individuos tienen el mismo nivel de vida ni aspiran a las mismas cosas.
  • Después de haber hecho sus flujos personales investigue un poco. Busque siempre alinear su “demanda salarial” con la “oferta”. De esa manera su solicitud muy probablemente se encuentre dentro del rango previsto por su empleador.
  • No tenga miedo a contestar cuánto aspira ganar. Si ha hecho el ejercicio y tiene la claridad suficiente no tiene de qué preocuparse.
  • Por último, recuerde que una cosa es lo que usted vale, otra cosa es lo que aspira ganar y otra muy diferente es lo que probablemente le puedan pagar. Por lo general estas tres no se encuentran en la misma línea.

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