Como conseguir mayor efectividad en la gestión

Las organizaciones están desarrollando en la actualidad con éxito un modelo de negocio que coincide en una serie de prácticas de gestión, internacionalización, reducción de costos, generación de productos y/o servicios Low Cost, entre otras acciones dentro de un entorno económico desfavorable.
 
No obstante, ¿cuáles serían las claves efectivas para alcanzar el éxito en una empresa? Para enterarte sobre cómo conseguir la reducción de costos, incremento de productividad y eficiencia operacional, debes dar una mirada hacia el costado (competencia), con la finalidad de examinar las prácticas más habituales en la gestión de aquellas empresas que están logrando desarrollar con éxito su modelo de negocio.
 
A continuación te brindaremos siete acciones para conseguir mayor efectividad en la gestión:
  1. Conocer y aceptar debilidades reales: Se debe comunicar que corregir no quiere decir castigar. Sin embargo, si se detecta que los altos funcionarios no reconocen el problema, se deben utilizar fuentes externas a la dirección de la empresa para definir la situación y las oportunidades a mejorar.
  2. Orientarse a lo realmente importante: En muchas organizaciones abundan los departamentos de soporte, que casi siempre no están relacionados con los beneficios. Se mantienen,  entre otros motivos, por la comodidad en la gestión que aportan a los directivos. En un entorno actual, el valor competitivo de las áreas que conforman las empresas lo da su especialización.
  3. Reducción de costos de forma inteligente: Lo que conforma el núcleo de valor competitivo de una empresa no debe nunca externalizarse. Se puede reducirse la carga laboral pero nunca se debe poner en manos de terceros aquello que en manos de su competidor le haría perder clientes.
  4. Cambiar el modelo en los procesos de gestión: Muchas organizaciones basan sus procesos de reestructuración en la optimización de los procesos existentes. Esto es válido solo en empresas donde los gestores están dispuestos a ponerse ellos mismos como oportunidad de ahorro y, esto, difícilmente pasa. Tendrá que ser el CEO o gerente el que marque un objetivo claro en el ahorro y utilizar herramientas como el Benchmarking o el soporte externo.
  5. Contratación inteligente: Las grandes empresas de servicios con estructuras de gestión muy pesadas siguen siendo los proveedores preferidos por los directivos debido a la simplicidad de gestión, más que por el valor obtenido. Las organizaciones de éxito buscan consignatarios cuyas estructuras estén tan optimizadas como sus propias disposiciones. Es decir, empresas que se hayan adaptado bien a la situación actual y que ofrezcan una relación calidad/costo diferencial. 
  6. Reconocer éxitos y corregir errores: Las empresas exitosas premian la ejecución excelente e identifican y corrigen la deficiente. Es necesario definir de forma clara los objetivos a alcanzar por cada empleado y exponer los beneficios de una ejecución eficaz. Por otra parte, será vital disponer de métodos de corrección de problemas y, en caso de que no se puedan corregir, actuar con urgencia en las desvinculaciones a efectuarse.
  7. Claridad y coherencia en criterios de gestión: Las empresas exitosas gozan de una “cultura” de gestión determinada y bien establecida. Muchas organizaciones no muestran con claridad los criterios de gestión o, aún peor, los cambian constantemente, creando desconcierto entre los clientes y el grupo laboral que conforma la misma compañía. Mucho cuidado con los criterios a implantar.
Fuente: Losrecursoshumanos.com / Setesca.com

El rol protagónico de los Recursos Humanos

Los departamentos y áreas de Recursos Humanos cobran cada vez más importancia en las empresas porque alinean el desempeño de cada empleado con los objetivos y la misión de la organización.

Antes las empresas ubican a sus departamentos de RRHH en el tercer o cuarto nivel de importancia dentro de su organigrama. Se pensaba que su única función era la liquidación correcta y oportuna de salarios y prestaciones para los empleados. Es que también los reclamos de los trabajadores se tomaban en un segundo plano porque consideraban más importante el comportamiento del mercado y las ventajas competitivas de los productos y servicios. Esta situación generaba descontento en las personas, por la deficiente producción y poco sentido de pertenencia en sus organizaciones.

Toda empresa tiene como objetivo único la generación de ingresos y de rentabilidad. En dicha situación, los empleados podrían no desarrollar sus capacidades. Por eso, la gestión de los Recursos Humanos se convierte en una tarea primordial para el eficiente desempeño de todos. Las organizaciones más exitosas son las que consideran su capital humano como su activo más importante, modificando el paradigma entre función e importancia del área de RRHH al interior de la empresa.

Apelando a la economía del conocimiento, los empleados son los recursos más sencillos al servicio de la empresa. De la inteligencia colectiva de la empresa depende la capacidad de innovación, adaptación al entorno y su competitividad. En este nuevo escenario, el departamento de Recursos Humanos adquiere un rol protagónico y decisivo en la organización. Ahora asume la tarea de generar estrategias de gran relevancia para el cumplimiento de los objetivos organizacionales.

Desde este nuevo punto de vista, la gestión de Recursos Humanos se convierte en el manejo estratégico de los empleados  que individual y colectivamente contribuyen a lograr los objetivos estratégicos de cualquier organización. Dicha administración debe generar lealtad en los trabajadores para que aporten lo mejor de sí mismos para cumplir las metas y objetivos de la empresa.

El área de Recursos Humanos es la encargada de gestionar a los empleados que conforman las empresas. Deben guiar a los mismos hacia la obtención de los objetivos empresariales, potenciando el aporte que cada individuo a en la organización. Por ello, sus funciones como selección, contratación y retención del personal, desarrollo personal y profesional, mejora de ambiente laboral e incremento de la productividad, entre otras tareas, se posicionan como primordiales dentro de las actividades empresariales, ubicando al departamento como un verdadero socio de negocio de las demás áreas.

Finalmente para centrarnos en la nueva dinámica empresarial, ésta nos exige que los departamentos o áreas de Recursos Humanos sean vistos como estratégicos dentro de las organizaciones. En el pasado quedó la idea de que su única función era la de liquidar y pagar los sueldos y las prestaciones sociales, sino que también incluyen tareas estratégicas para la empresa. Una excelente gestión de RRHH permitirá que cada empleado brinde lo mejor de sí de forma individual y colectiva para alcanzar los objetivos definidos por la organización, siguiendo las líneas de la misión y visión de la misma.

Fuente: Gestiopolis.com

Cuidado con la relación jefe-amigo

Cuando inicias un negocio o vínculo laboral, puede parecer que vives en una oficina. Tiene un equipo humano en quien confiar y, sobretodo, estarás varias horas en condiciones de trabajo muy cercanas. En estas situaciones es común confundir la relación entre jefe y empleado, hasta se puede perder.

Si has tenido algún problema con tu jefe o eres un supervisor que ha perdido el rumbo al respecto, seguramente se te dificultará mantener claras tus expectativas profesionales. Por ello, te damos unos consejos para no cruzar la línea entre jefe y amigo:
  • Definir un tono profesional: Debes liderar por medio del ejemplo. Dependiendo como te comportas en el lugar de trabajo, será la forma de cómo te respondan en la oficina. Una estrategia recomendable es realizar una reunión el inicio de la jornada para establecer los objetivos de cada empleado. Establecer este tipo de propuestas le dará un tono profesional y de autoridad para definir metas e iniciativas diarias. Concretar un foro estructurado es beneficioso para que todos pregunten y discutan sus preocupaciones.
  • Cuidado con compartir más: Con largas jornadas de trabajo, es difícil no desviarse hacia el terreno personal durante las conversaciones diarias. No obstante, cuando un empleado tiene un problema personal, los encargados no deben intervenir. Si sus problemas afectan al trabajo, el jefe puede dirigirlo al área de Recursos Humanos para que lo ayuden.
  • Hacer correcciones: Es probable que, a pesar de tus esfuerzos, los empleados hagan la relación laboral demasiado informal y compartan siempre sus asuntos personales. Cuando ello ocurra, deberás sentir gentil y firme para hacer la respectiva corrección. Sugerir que dichos temas no se deben discutir dentro del ámbito laboral es la mejor forma de retomar las riendas del trabajo.
  • Vida personal lejos del trabajo: Esta bien invitar a tus amigos del trabajo a cenar o celebrar un cumpleaños con pastel en la oficina. Pero si el jefe se va de fiesta con los empleados durante un fin de semana y después esperas que retomen el tono profesional el lunes, podría ocasionarse un problema. Por ello es recomendable desarrollar tu vida personal fuera del trabajo y separes tu vida personal de la profesional.
Fuente: Soyentrepreneur.com

Ventajas competitivas en la empresa

Aunque hay ocasiones que se presentan difíciles, establecer cuáles son nuestras ventajas competitivas no se puede a simple vista. Es necesario crearlas. Una ventaja competitiva no existe en sí misma, por lo que la empresa debe poner gran empeño en descubrirlas, potenciarlas y ofrecerlas al mercado y sus públicos objetivos (stakeholders).

Para lograr ello deberás realizar un análisis profundo de la competencia y, sobretodo, de la escala de valores de la propia empresa que determine nuestro nicho de mercado.


Una ventaja competitiva es una característica que distingue a un producto, servicio, o empresa de su competencia. Para que dicha característica se destaque como tal tiene que ser única y diferencial, además de ser estratégicamente valorada y comunicada en el mercado.


Si tu objetivo es potenciar y difundir una ventaja competitiva, debes situarte tanto en la realidad de la empresa y del mercado. Como estar en el balcón y en la pista de baile al mismo tiempo. En dichas perspectivas podemos aportar de diferente forma a nuestro producto o servicio. A su vez, veremos la viabilidad de ese aporte, en que parte está de la empresa para poder potenciarla.


Una ventaja competitiva no siempre es tangible como producto o perceptible en un servicio. También puede desarrollarse con un producto igual o similar a la competencia, pero con una presentación diferente. En este caso destacaría los canales de distribución o el precio.


No nos olvidemos de la marca. Puede significar una ventaja competitiva con respecto a la competencia, pues su valor en el mercado se percibe en la confianza. Por ello nuevos productos o servicios que cuenta con una marca de prestigio como respaldo se beneficiarán.


Dentro de las empresas podrás encontrar ejemplos de ventajas competitivas que son compatibles en otros productos y servicios. Por ejemplo una patente, el valor de la marca, canales de distribución exclusivos, procesos de producción de alta calidad, entre otros.


Encontrar dichas ventajas es una tarea que las empresas deberán ir descubriendo ante la existencia de mercados tan cambiantes con innovaciones frecuentes. Las empresas trabajan en sus ventajas competitivas para mantenerlas, explotarlas y, en especial, percibidas por el mercado en general para mantenerlos el mayor tiempo posible en la mente de sus clientes y usuarios.


Fuente: Laflecha.net