Aunque hay ocasiones que se presentan difíciles, establecer cuáles son nuestras ventajas competitivas no se puede a simple vista. Es necesario crearlas. Una ventaja competitiva no existe en sí misma, por lo que la empresa debe poner gran empeño en descubrirlas, potenciarlas y ofrecerlas al mercado y sus públicos objetivos (stakeholders).
Para lograr ello deberás realizar un análisis profundo de la competencia y, sobretodo, de la escala de valores de la propia empresa que determine nuestro nicho de mercado.
Una ventaja competitiva es una característica que distingue a un producto, servicio, o empresa de su competencia. Para que dicha característica se destaque como tal tiene que ser única y diferencial, además de ser estratégicamente valorada y comunicada en el mercado.
Si tu objetivo es potenciar y difundir una ventaja competitiva, debes situarte tanto en la realidad de la empresa y del mercado. Como estar en el balcón y en la pista de baile al mismo tiempo. En dichas perspectivas podemos aportar de diferente forma a nuestro producto o servicio. A su vez, veremos la viabilidad de ese aporte, en que parte está de la empresa para poder potenciarla.
Una ventaja competitiva no siempre es tangible como producto o perceptible en un servicio. También puede desarrollarse con un producto igual o similar a la competencia, pero con una presentación diferente. En este caso destacaría los canales de distribución o el precio.
No nos olvidemos de la marca. Puede significar una ventaja competitiva con respecto a la competencia, pues su valor en el mercado se percibe en la confianza. Por ello nuevos productos o servicios que cuenta con una marca de prestigio como respaldo se beneficiarán.
Dentro de las empresas podrás encontrar ejemplos de ventajas competitivas que son compatibles en otros productos y servicios. Por ejemplo una patente, el valor de la marca, canales de distribución exclusivos, procesos de producción de alta calidad, entre otros.
Encontrar dichas ventajas es una tarea que las empresas deberán ir descubriendo ante la existencia de mercados tan cambiantes con innovaciones frecuentes. Las empresas trabajan en sus ventajas competitivas para mantenerlas, explotarlas y, en especial, percibidas por el mercado en general para mantenerlos el mayor tiempo posible en la mente de sus clientes y usuarios.
Fuente: Laflecha.net
Para lograr ello deberás realizar un análisis profundo de la competencia y, sobretodo, de la escala de valores de la propia empresa que determine nuestro nicho de mercado.
Una ventaja competitiva es una característica que distingue a un producto, servicio, o empresa de su competencia. Para que dicha característica se destaque como tal tiene que ser única y diferencial, además de ser estratégicamente valorada y comunicada en el mercado.
Si tu objetivo es potenciar y difundir una ventaja competitiva, debes situarte tanto en la realidad de la empresa y del mercado. Como estar en el balcón y en la pista de baile al mismo tiempo. En dichas perspectivas podemos aportar de diferente forma a nuestro producto o servicio. A su vez, veremos la viabilidad de ese aporte, en que parte está de la empresa para poder potenciarla.
Una ventaja competitiva no siempre es tangible como producto o perceptible en un servicio. También puede desarrollarse con un producto igual o similar a la competencia, pero con una presentación diferente. En este caso destacaría los canales de distribución o el precio.
No nos olvidemos de la marca. Puede significar una ventaja competitiva con respecto a la competencia, pues su valor en el mercado se percibe en la confianza. Por ello nuevos productos o servicios que cuenta con una marca de prestigio como respaldo se beneficiarán.
Dentro de las empresas podrás encontrar ejemplos de ventajas competitivas que son compatibles en otros productos y servicios. Por ejemplo una patente, el valor de la marca, canales de distribución exclusivos, procesos de producción de alta calidad, entre otros.
Encontrar dichas ventajas es una tarea que las empresas deberán ir descubriendo ante la existencia de mercados tan cambiantes con innovaciones frecuentes. Las empresas trabajan en sus ventajas competitivas para mantenerlas, explotarlas y, en especial, percibidas por el mercado en general para mantenerlos el mayor tiempo posible en la mente de sus clientes y usuarios.
Fuente: Laflecha.net
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