Seis de la mañana suena el despertador, el cansancio lo agobia y el hecho de pensar en salir de su maravillosa, cálida y acogedora cama lo abruma. Afuera hace 16°C y algo más de 95 por ciento de humedad ¡Qué frío, que flojera, el día que le espera!
Siete, sale de la ducha y comienza a movilizar a toda la familia. Los menores deben alistarse para ir al nido, colegio o universidad. Usted, corre a tomarse un jugo o un café prácticamente de pie.
Ya son casi las ocho, revisa su maletín o cartera… están las llaves del carro, el celular, las llaves de la casa. Piensa ¿No me olvido de nada? Sale hacia su auto, el frío del invierno húmedo lo atraviesa hasta los huesos. Enciende el auto y avanza. Deja a los más pequeños en el nido o colegio y sigue el camino hacia su centro de trabajo… falta media hora de tráfico, noticias, congestión e información.
Llega en punto a su oficina, saluda a todo el mundo. Se sienta en su escritorio, prende su computadora y empieza la jornada laboral. Revisa los emails que ha recibido, contesta los más urgentes, entra una llamada, contesta más emails, firma los documentos pendientes, lo llaman a una reunión. El comité se alarga, discuten de temas trascendentales y no tan trascendentales. Increíble, la una del día ¿Hace hambre, no? Suena su celular, un cliente lo llama para pedirle un tema urgente. Conversa media hora y… no hay nadie con quien almorzar. En fin, pide un sándwich y come en su escritorio mientras resuelve el tema con su cliente. Pasan los minutos, son las siete. Piensa: termino este informe y me voy a la casa… termina llegando a las diez y media. Todos duermen.
¿Se parece a su día a día laboral?
Para pensar:
- No todo en la vida es el trabajo. Tenga siempre presente que al estar tan metido en su trabajo usted está dejando pasar oportunidades valiosas a través de las cuales puede aprender, contribuir o simplemente desarrollar otras habilidades. Busque el tiempo para que esas oportunidades se generen.
- Por la vorágine del trabajo puede descuidar sus amigos, sus contactos o peor aún, su familia. Dedíquele tiempo a cada uno de ellos. No sólo se lo merecen sino que lo harán crecer más a usted como individuo, como persona.
- Trabaje para vivir, no viva para trabajar. Piense siempre que usted será profesionalmente lo que desde hoy construya y, construir toma tiempo y dedicación, no sólo esfuerzo.
1 comentarios:
Muy cierto, cuesta trabajo pero necesitamos aprender a trabajar con tiempos; algunas veces se podrá otras no; no desesperes, por ultimo el poco tiempo que puedas o tengas en casa dedícalo-ofrécelo realmente, no lo des a medias.
Establece un horario de salida y busca respetarlo, establece un tiempo para quienes amas y respétalo; luego continua si aún queda algo de energía.
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